Reemplazar la d por la r del modo imperativo, o simplemente añadir r donde no correspondería, es hoy un vulgarismo habitual en el registro coloquial hablado e incluso escrito; sin embargo, no es recomendable —especialmente en la escritura—, pues ello reduce dos modos verbales con sus usos y significados a uno solo, lo que empobrece notable e innecesariamente nuestra lengua.
Así pues, no debe decirse *comer (vosotros), *iros (vosotros), etcétera, sino comed (vosotros), idos (vosotros), etcétera.
Véase también
Vulgarismos frecuentes
Vocabulario: confusiones frecuentes